Los caficultores reciben menos del 10 % del valor final de una bolsa de café tostado, aunque realizan la mayor parte del trabajo. Si bien otras iniciativas, como las certificaciones, buscan mejorar esta situación, Compadre utiliza un modelo comercial que repercute en gran medida en los ingresos de los agricultores. La solución consiste en instalar una estación solar de producción de café en la selva, donde los agricultores pueden ir durante el año para procesar y tostar su café y, así, obtener un ingreso adicional por su trabajo.