Una cuarta parte de los niños del mundo tienen un retraso en el crecimiento debido a la desnutrición, lo que genera uno de los círculos viciosos de la pobreza más preocupantes del mundo. Semilla Nueva ayuda a los agricultores a escapar de la pobreza y la desnutrición al trabajar con científicos internacionales para desarrollar semillas de maíz de alto rendimiento y gran contenido de nutrientes con el fin de venderlas a los agricultores a precios bajos. El proyecto benefició a aproximadamente 2000 familias en Guatemala en 2018 y busca alcanzar a unas 5000 familias en 2019. Su visión se basa en una nueva tecnología agrícola que permita que 900 millones de personas que consumen maíz diariamente, y los agricultores que cultivan sus alimentos, puedan encontrar una salida de la pobreza.